¿ESTAMOS EN UN MOMENTO CULMINANTE DE LA EMERGENCIA POR LA PANDEMIA?

Me parece que la situación está revelando un “momento de clímax” en el desarrollo de la pandemia en el Perú. Momento en el que el contagio adquiere mayor riesgo para la salud de los infectados que presentan cuadros moderados a graves, por saturación de la capacidad hospitalaria de atención de casos de Covid19.

Claro que hay que tener en cuenta que desde el 14 de junio, día en que se registró 8.987 casos nuevos de infectados y, a la vez, 380 decesos, no se ha vuelto a presentar un “pico” de la infección – como los hubo anteriormente el 3 de junio y el 31 de mayo--. De hecho, del 15 al 24 de junio, los casos nuevos por día han aumentado en 3.433, en promedio; mientras que del 4 al 14 de junio ese promedio era de 4.620. El promedio disminuyó en 25,6% en diez días. Pero los decesos durante el período 15 a 24 de junio fueron de 198 diarios en promedio, mientras que durante el período 4 a 14 de junio habían sido de 163. Un incremento diario del 17,6% en esos diez días Esto me indica que si bien la infección muestra una tendencia a aminorar, la letalidad de la misma muestra tendencia a aumentar.

La desaceleración y señales de declive en los casos diarios de contagio no es óbice para que se presenten “picos” que ponen en cuestión la tendencia decreciente de la infección. Este es el panorama nacional pero en el Perú hay una diversidad de curvas de la infección, por regiones -en algunas la infección disminuye, en otras aumenta lentamente, y en otras aumenta aceleradamente--. Lo que sugiere que en los próximos dos o tres meses se va a presentar una gran expansión de la pandemia, con una amplitud, punto de viraje y fluctuaciones mucho más grandes que en otros países

Hay que extremar los cuidados individuales y familiares, ara evitar el contagio, durante unos tres meses más, cuando menos. Porque hace casi una semana, el Gobierno informó que en el ámbito nacional hay 164 camas disponibles con ventilador mecánico en unidades UCI, pero sin precisar dónde. Como otras, esta cifra no es creíble por su falta de precisión, y se suma a los números que muestran la falta de transparencia del Gobierno. Por ejemplo, se conoce de fuente directa que en el Hospital Rebagliati, de EsSalud, no hay camas UCI disponibles y que existe una larga lista de espera, lo que estaría obligando a que los médicos comiencen a establecer prioridades en la elección de personas que van a UCI de acuerdo a las capacidades de recuperación.

De hecho, el órgano de control del hospital hacia el 15 de junio, reportó que las UCI están “al máximo de su capacidad operativa”, que existen pacientes en espera y que hay un déficit de ventiladores: de las 92 camas que lo necesitan –entre UCI, Unidad de Cuidados Especiales y Trauma Shock– diez no tenían equipos. Hay médicos señalando que “Nuestro sistema está colapsado. Estamos cosechando lo que sembramos como país en tema de salud”. La jefa de OCI de EsSalud menciona: “La mayoría de infraestructura hospitalaria ha colapsado. Los hospitales han quedado chicos”.

Además cabe precisar que hay un sub-reporte de casos de infección y de muertes por Covid19, y no se sabe cuál es el margen de error de medición, por lo que –muy probablemente-- las cifras sean bastante más altas que las reportadas, lo que afecta negativamente la proyección de la tendencia a futuro.

Sin embargo, hay varios análisis coincidiendo en que se presenta un “aplanamiento” de los casos de infección diarios; tendencia que es de esperar que se acentúe o cuando menos se mantenga:

Desde el Centro Nacional de Epidemiología del MINSA se menciona que en agosto o setiembre ya se podrá registrar un número bajo de casos de contagio. Mientras que el descenso de fallecidos podría demorar un poco más, hacia octubre, debido a que después de la caída de los casos de contagio, habría que esperar hasta cuatro semanas para que empiece a caer el número de fallecidos.

Se afirma también que en las regiones donde está descendiendo el número de casos, está bajando el número de fallecidos. Esta es una apreciación cuestionable. En Arequipa, por ejemplo, donde los contagios están aumentando, también están aumentando los muertos, pero parece que en Lima, que tiene las dos terceras partes de los hospitalizados a nivel nacional, el número de fallecidos se está desacelerando. Sin embargo, hay un sub-registro de muertos que pone en tela de juicio la relación entre el número diario de casos nuevos de infección y el número diario de decesos; y se conoce (Colegio Médico de Lima) que el número de fallecidos se correlaciona con el número de infectados en un lapso de hasta después de dos semanas.

Por lo expuesto, aunque en forma tardía –como siempre— el Gobierno se ha dado cuenta de que la cuarentena extendida el 24 de mayo hasta el 30 de junio carece de sentido y, en cualquier caso, la cuarentena actual claramente ya cumplió su ciclo. Una argumentación generosa sostendría que con la cuarentena y durante ella ya se hizo lo que se tenía que hacer, que era dar tiempo al Estado para preparar nuevos y mejores medios para afrontar la pandemia.