¿HAY O NO HAY UN REBROTE DEL COVID19 EN EL PERÚ?
- Miguel Angel Rodríguez Sosa
- 30 jul 2020
- 5 Min. de lectura
En el Perú, para el 28 de julio 2020, según datos de la Sala Situacional del MINSA, se calcula 395.005 casos confirmados de Covid19; 18.612 decesos por Covid19 y 276.452 casos de personas recuperadas. El día 28 se reportó 5.288 casos confirmados nuevos, y un índice promedio nacional de letalidad de 4,26%.

Por tanto, es posible calcular que los casos recuperados se encuentran en el 69,9% del total de casos confirmados. Haciendo el rastreo de los datos MINSA sobre casos confirmados nuevos en el mes de julio se tiene que el día 1 se reportó 3.264; el día 7: 3.575; el día 14: 3.744; el día 21: 4.406; y el día 28: 5.268.
Pero el dato que realmente interesa es el de los CASOS ACTIVOS, para lo cual, en cada día, se debe restar de los casos confirmados, los casos que han recibido el alta médica y los casos de decesos. Entonces, casos activos (CA) es igual a casos confirmados (CC) menos casos de alta (CA) y casos de fallecidos (CF): [CA = (CC – CA, CF)].
Si para el cálculo se considera que razonablemente la incidencia de casos activos cada día, en el mes de julio, sea de un 30% de los casos confirmados nuevos, entonces se tiene que los casos activos el día 1 serían: 978; el día 7: 1.071; el día 14: 1.122; el día 21: 1.320; y el día 28: 1.578:

Entonces, se puede apreciar que luego de finalizada la etapa del confinamiento (el 31 de junio) se registra un aumento significativo de la propagación de la infección a nivel nacional, en el orden de 60% del día 1 al día 28 de julio. Así que el reporte de casos activos no autoriza mencionar la existencia de un estado de meseta en la infección, que pudo haberse manifestado como tendencia en el mes de junio.
Si se observa la pandemia a nivel de provincias e incluso distritos, se puede constatar que en algunos lugares está aumentando el número de casos y en otros la pandemia se está desacelerando.
Si se toma en cuenta para el análisis el modelo de métrica con base en el “factor R” (R = número de reproducción efectiva), que indica que a una fecha “x” cada persona con Covid19 (sintomático o asintomático) tiene la probabilidad de contagiar a un número “#” de personas, mayor o menor de 1, entonces [R = #]. La evolución de la pandemia se ve reflejada en la variación diaria del valor de “R”. La pandemia se reduce y se controla siempre que se logre mantener el valor de R < 1.
Solamente las regiones de Lima Metropolitana y Callao muestran un valor R< 1, lo que significaría que, a pesar del aumento de casos nuevos y casos activos, en perspectiva se presenta una “ralentización” de la infección y ha disminuido la incidencia de contagios a un nivel que se presume “controlable”. En tanto, 13 regiones: Moquegua, Amazonas, Ica, Junín, Cajamarca, Huánuco, Apurímac, Puno, Tacna, San Martín, Ayacucho, Huancavelica y Madre de Dios presentan valores de R > 1, significando que la propagación de la infección allí es una grave amenaza; con énfasis en lo que acontece en las regiones Moquegua, Ayacucho y Huancavelica, donde la pandemia se muestra más agresiva.
Si se observa el total acumulado de casos activos, calculados por cada día desde el 6 de marzo, para el 28 de julio se registra 99.941 casos activos acumulados. La curva de casos activos, que viene disminuyendo desde el “pico” del 13 de junio con 106.910 casos, indica una tendencia al “aplanamiento” de la infección. Lo que sugiere la imagen de la meseta para el mes de agosto, si se mantiene la actual tendencia.

Por su parte, la letalidad por el Covid19 se ha convertido en un tema de amplio cuestionamiento al Estado y al Gobierno, que hacia el día 21 de julio registraban a través del MINSA poco más de 13.000 decesos causados por el Covid19. Pero, ante múltiples pedidos de “sinceramiento de la información” el día 22 la nueva ministra de Salud, Pilar Mazzetti, reconoció que la letalidad sumaba 18.729 muertos, número muy distante de estimados que calculaban una cantidad de decesos mucho mayor. La prensa informó el 22 que el Sistema Nacional de Defunciones (SINADEF) tenía un registro de unos 40.000 casos de decesos en los que los médicos han puesto como causa el Covid19. Por su parte, César Cárcamo, médico epidemiólogo y miembro del Grupo Prospectiva del MINSA, manifestó que el número de fallecidos por Covid19 ---incluyendo a los sospechosos-- en el Perú sería de 43.000. Farid Matuk, ex integrante del grupo Prospectiva, viene asegurando que el número de fallecidos por Covid19 en el Perú es, al 29 de julio, de unas 49.000 personas.
Los desacuerdos entre fuentes de las cifras de decesos –sobre todo cuestionando la data del MINSA— han desacreditado mucho los números que ofrece la Sala Situacional del sector Salud y han puesto en tela de juicio la posición informativa del Gobierno. Matuk afirmó en una entrevista en la TV, el 25 de julio, que “el grupo de prospectiva elevaba reportes desde abril, señalando que las cifras de muertes que anunciaba Vizcarra en sus mensajes a la nación, no era real si no que era más del triple”. De esa declaración se colige que el ex ministro Víctor Zamora era el responsable del ocultamiento de las cifras. Zamora ha negado con gran cinismo esa situación y Matuk ha dicho desconocer quién era la persona del Ejecutivo que se oponía a informar las cifras de los fallecidos, apuntando: “No tengo idea de quién no quería dar a conocer la información; si era el ministro, el presidente o un asesor de la presidencia, no lo sé”. También dijo: “Lo más apropiado hubiera sido desde el primer día dar esas tres cifras de fallecidos: confirmados, sospechosos e indirectos por la pandemia. Eso lo pedíamos en el equipo de Prospectiva, pero la política comunicacional del Gobierno no me compete”.
Ahora, la opinión pública puede tener la certeza de que la pandemia tiene en el Perú un impacto de letalidad muy superior al que al Gobierno le ha convenido informar hasta la segunda quincena de julio, por consideraciones políticas y de imagen. Lamentablemente las cifras oficiales sobre los decesos por Covid19 (y sobre casos de infectados, también), ofrecidas por el MINSA, han sido la fuente obligada de muchos análisis y proyecciones sobre la pandemia, propiciando producir y presentar información claramente inexacta, que ha viciado una mayoría de proyecciones sobre la pandemia.
También ahora la opinión pública puede legítimamente poner en cuestión los números de infectados y de recuperados de la infección, presumiendo justificadamente la inexactitud de los mismos. Aunque análisis efectuados por especialistas en el extranjero (Ragi Burhum, Mateo Prochazca, Roberto Wangeman, IHME-Institute for Health Metrics and Evaluation) mantienen su vigencia señalando que la infección por Covid19 muestra una “ralentización” en el Perú --a pesar del hecho incuestionable de la información ocultada por el Gobierno— con objetividad no se puede rehuir que este mes de julio se ha producido un repunte de la infección que aumenta la gravedad de la amenaza al futuro inmediato.
En la perspectiva de que en agosto el ocultamiento de cifras por parte del MINSA durante la gestión de Zamora se vuelva un asunto de interés político, el futuro del ex ministro apunta a que se le señalen responsabilidades políticas y penales que van a alcanzar al ex PCM Vicente Zeballos y al presidente Vizcarra. El día 29 de julio Pedro Cateriano ha mencionado que ahora “no es momento para juicios ni acusaciones”, por lo que cabe esperar un nuevo período político para el ajuste de cuentas.
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